Pasta italiana (II)
Pasta fresca y pasta seca
Elaborada a base de harinas procedentes de trigo duro y sal, hay dos clases fundamentales de pasta, la fresca y la seca. La fresca es la que se repara en la cocina de forma artesanal, a la que se añaden huevos y que precisa menos tiempo de cocción. Para elaborarla en casa, solo se necesita una pequeña laminadora. La masa se puede trocear en pequeñas bolitas y luego adaptarse a la forma deseada, ya sea canelones, lasañas, ravioles, espaguetis o tallarines, y aderezarla con carne, verdura, pescado u otras ricas e infinitas mezclas.
Frente a ella, la pasta seca es la que se elabora industrial o artesanalmente a base de trigo duro, agua y sal, para posteriormente desecarse. Como en la pasta fresca, se puede disponer de pasta al huevo, a la zanahoria, al tomate, a la tinta de calamar o a las espinacas, cada una de las cuales se viste con los colores correspondientes (verde, rojo, amarillo, negro, naranja) dando una variedad cromática y estética impresionante, puesto que los formatos son también prácticamente infinitos. La cocción de la pasta seca es un poco más larga que la de la fresca y sus aplicaciones, las mismas. La principal diferencia reside, en todo caso, en que se trata de un producto con un periodo de conservación muy largo.
Armonía con el vino
Sean frescas o secas, cuadradas o rectangulares, en forma de tornillo o de almohadilla, alargadas o redondas, las distintas variedades destacan por su sabor neutro, lo que las hace compatibles con todo tipo de alimentos. Por ello, lo mejor es dejarse asesorar por algún maestro italiano a la hora de definir los condimentos que mejor les van, e incluso los quesos o los vinos que deben acompañarlas, puesto que estos dos últimos son alimentos consustanciales a su cocina. En general, la pasta armoniza muy bien con vinos blancos, secos y aromatizados, jóvenes y ligeros. También con un vino tinto joven tipo Chianti.
Fruto del trabajo y la creatividad de un pueblo antiguo, inteligente y sabio, la pasta es un salvoconducto italiano para todo el mundo y un alimento sano y versátil que prácticamente carece de enemigos.