Todo acerca de las cerezas (I)
La cereza es una de las frutas más prácticas a la hora de consumirla, pues su piel es comestible, tiene un tamaño reducido y su aspecto es muy atractivo para los niños, lo que ayuda a fomentar una dieta equilibrada y rica en frutas y verduras.
Para todos los gustos
Existen cientos de variedades de cerezas, pero son muchas menos las que llegan al mercado. Lo más habitual es clasificarlas en dos grandes grupos: las dulces y las ácidas, conocidas como guindas. De entre todos los tipos que existen, las más frecuentes son las siguientes:
- Picota: En España, es la reina de las cerezas. Es muy resistente y de pulpa consistente que procede fundamentalmente del Valle del Jerte.
- Guindas: De sabor dulce y tono colorado, son las preferidas a la hora de hacer compotas o bebidas alcohólicas.
- Cereza gordal: Puede ser roja, amarillo o negra, apenas tiene zumo y se consume, sobre todo, como postre.
- Cerezas inglesas: Destacan por su color rojo intenso oscuro y por ser muy sabrosas.
Muchos beneficios
Las cerezas poseen un alto contenido en vitaminas A y C, potasio y fibra, lo que le atorga propiedades laxantes y diuréticas. Además, las cerezas son ricas en antocianos y ácido elágico, de acción antioxidante que la convierten en una aliada contra las afecciones crónicas como la artritis reumatoide o enfermedades cardiovasculares. Con todos estas propiedades beneficiosas para nuestro organismo, no es de extrañar que sea un fruto muy sano y recomendado, ya que tiene un alto contenido en agua y efecto saciante, lo que lo convierte en una fruta muy adecuada en casos de obesidad. Tradicionalmente, el consumo de cerezas ha estado siempre relacionado con el tratamiento y prevención de la gota y del ácido úrico.
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