La delicada y jugosa nectarina

La delicada y jugosa nectarina

Está muy extendida la creencia de que la nectarina es un cruce de melocotón y ciruelo pero, en realidad, es una variedad espontánea del melocotón común. Su piel fina y lisa, sin la característica pelusa, y su color rojizo más intenso son las únicas diferencias con éste, ya que comparten prácticamente las mismás cualidades nutritivas.

En el mundo se producen unas 150 variedades. Las de carne amarilla suelen ser más jugosas, tiernas, fibrosas y dulces, por lo que se consumen solas como postre o en macedonias, mientras que las de carne blanca se deshuesan más limpiamente y son más crujientes, menos fibrosas y algo más ácidas, por lo que dan excelentes resultados en ensaladas o ligeramente cocinadas.

Respecto a su conservación, hay que tener en cuenta que es una fruta delicada y se aconseja no guardarla más de 4 o 5 días desde su compra. Si se dejan fuera de la nevera, además de madurar más rápido, sufren una deshidratación alta y se vuelven pastosas y harinosas.

En lo que se refiere a sus propiedades medicinales, se ha comprobado que esta fruta estimula el apetito y ayuda a los riñones a filtrar y eliminar líquidos. Además, por su contenido en magnesio, mineral que equilibra el sistema nervioso central y tiene una ligera acción sedante, puede explicarse que se recomiende en situaciones de estrés.

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