Cómo conservar los nutrientes de las hortalizas
Para poder beneficiarnos de las vitaminas y minerales de las hortalizas, que en su mayor parte quedan disueltas en el agua de cocción, es recomendable cocinarlas con poca agua y de forma rápida, sumergiéndolas directamente en el agua hirviendo, o bien cocerlas al vapor. El recipiente de cocción debe mantenerse tapado y evitar moverlo lo menos posible.
Por otro lado, vale la pena aprovechar el caldo resultante de la cocción para preparar sopas, consomés u otros caldos. Por último, las verduras que no se vayan a consumir al momento las tenemos que dejar enfriar a temperatura ambiente y después guardarlas en el frigorífico.
En cuanto a su conservación, la mayoría de hortalizas deben conservarse a temperaturas bajas con una alta humedad ambiental, por lo que el verdulero del frigorífico es el lugar más recomendable. Además, es aconsejable almacenarlas en bolsas de plástico, evitando que el envase sea hermético. Otras como las cebollas y los ajos no precisan ser conservadas en la nevera, siendo más adecuado un lugar seco y aireado.