Carne de conejo
Tiene una carne deliciosa y fácil de digerir, nutritiva y poco grasa, casi exenta de colesterol y muy ligera, ideal para cuando empieza el buen tiempo.
En el momento de adquirirlo en la carnicería hay que observar unos puntos básicos:
- Los ejemplares frescos tienen la carne de color rosado y brillante, y sus extremidades se muestran flexibles (sin síntomás de endurecimiento).
- Se reconocen los animales jóvenes al palpar la articulación de sus manos o extremidades anteriores (delanteras), pues tienen un huesito flotante (se mueve a la palpación).
- Los animales muy jóvenes no tienen sabor y los más viejos resultan secos y con su carne dura en exceso.
- La pieza entera se vende con las vísceras o limpia totalmente.
- El conejo troceado acostumbra a comprarse cuando interesa cocinar partes concretas del animal para elaborar un determinado tipo de preparación.