Cómo partir un pollo

Cómo partir un pollo

Seguro que muchas y muchos de vosotros veis un pollo entero y pensáis, ¿por dónde se empieza? A lo mejor lo que haces es pedirle al de la carnicería que te lo trocee y limpie pero también tú has de aprender a hacerlo y te puedo decir que no es difícil, aún cuando nunca antes lo hayas hecho, porque es algo que todos, con un poco de creatividad, maña y sobre todo intuición, podemos saber hacer.

Imagínate que tienes el pollo delante tuya y no sabes por dónde empezar. Pues te lo diré, por los muslos y sobremuslos, es lo primero que yo le quito y lo más fácil de hacer. Si el pollo está medio congelado el corte te será mucho más rápido y sencillo que si está descongelado porque tiende a moverse más.

Una vez cogidos éstos nos tocarían las alas que se quitan igual que los muslos. Seguramente has de hacer fuerzas para separar ambas cosas del pollo pero no te preocupes que saldrán bien. Ahora tocaría la pechuga que, a mi entender, es lo más difícil porque has de abrir su «caja torácica» para salvar los huesos y poder sacar la pechuga. Yo suelo partirla por la mitad pues es más fácil. Ayudándote con las manos puedes abrirla y así después, con un cuchillo, salvar los huesos para sacar la parte de carne.

También puedes sacar la parte de dentro del pollo (hay quienes se comen el corazón y otros órganos del mismo). Por si quieres, una vez quitada la pechuga te será más fácil coger esos órganos.

Troceado ya todo el pollo solo queda pensar en si lo vas a poner con la piel o no (la parte más difícil para quitarle la piel serán los muslos donde deberás ayudarte de un paño para que no se te resbale la piel). Por lo demás, lo tienes listo para cocinar.

Compartir este artículo

Deja un comentario

¡Ediciones Letra Grande hace literatura para todos!
Disponible para Amazon Prime