Huevos escoceses

Hola, hola. Hoy nos toca una receta con huevos un poco atípica para lo que estamos acostumbrados, pero yo creo que el resultado os gustará y que la prepararéis, por ejemplo, para vuestro próximo picnic. ¿Queréis preparar estos huevos escoceses? ¿Sí? ¡Pues vamos allá!

El primer paso es colocar los huevos aun en sus cáscaras en una cacerola con agua fría y una pizca de sal. Ponemos el fuego y lo llevamos a ebullición; después reducimos a fuego lento durante nueve minutos exactamente. Escurrimos y enfriamos los huevos con agua fría. Los pelamos.

A continuación mezclamos las salchichas con el tomillo y el perejil y añadirle un toque de cebolla. Esto lo debemos salpimentar a nuestro gusto, pero es recomendable ser generoso. Dividimos la mezcla esta en cuatro y aplanamos cada división en una superficie limpia: basca con que hagamos unos óvalos de 12 cm de largo y de 7 cm de ancho.

Ahora colocamos la harina en un plato y espolvoreamos cada huevo en ella. Colocamos cada uno de ellos en los óvalos que nos han salido con la mezcla de las salchichas y «empanamos» los huevos. El recumbrimiento ha de ser suave. Continuamos sumergiendo el huevo en el huevo batido y luego en plan rallado.

Lo que sigue seguro que lo conocemos, pues se trata de calentar el aceite en una cacerola de fondo grueso hasta que chisporrotee. Los huevos se fríen durante ocho o diez minutos, hasta que queden dorados y crujientes, además de que la salchicha se quede cocida.

Se sirve frío.