Aguardiente de orujo

¿Quién no conoce el famoso orujo gallego?, el aguardiente que los gallegos defienden y elevan a los altares, que su ya conocido nombre dentro y fuera de nuestras fronteras, lo hacen un verdadero lujo en la boca de los más exigentes catadores.

Los aguardientes gallegos van de entre los 37º a los 50º, eso depende del envejecimiento que tenga el aguardiente, ya que también poseen una denominación de origen. Son el resultado de bagazos de las uvas, pero sólo de las uvas gallegas, ya que éstas poseen un intenso aroma, que en más de una ocasión te hace pensar de un origen muy diferente, los no entendidos en la materia les podría llevar a tal confusión, que creería que es una mezcla de entre la uva gallega con la uva americana. Aunque la denominación habla de orujo, aunque ya sabemos que es el “bagaño” o “aguardiente», ya que su total elaboración es en la comunidad gallega.

Hay quien dice que el mejor aguardiente es el que se hace en pequeñas cantidades, ya que su elaboración es lenta y delicada para una calidad que asombra, estos aguardientes como por ejemplo los de Betanzos o del Ulla, poseen un delicado pero a la vez profundo sabor.

Estos aguardientes lo solemos encontrar en tabernas de la zona, son aguardientes envejecidos, con un color ligeramente oscuro, acaramelado, estos son los aguardientes que nos harán saborear las delicias de un verdadero lujo gallego.

Fuente: lareina.net
Imagen: Angas.es

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