Cuidado con el agua
Hervir es el método más sencillo y seguro para convertir el agua potencialmente peligrosa en apta para el consumo. Basta con hervir el agua durante un minuto, a nivel del mar, y tres minutos en zonas por encima de los 2.000 metros, para que la mayoría de las bacterias y virus sean neutralizados.
Otro método clásico para purificar el agua es clorarla echando en cada litro de agua dos gotas de hipoclorito sódico, es decir, lejía sin detergente ni perfumada y apta para consumo humano (lea etiqueta). Con la primera opción se ha de airear el agua diez minutos para mejorar el sabor y, con la segunda, se ha de esperar media hora antes de beberla.