Ensalada de cerdo asado

Entrepucheros te invita a preparar esta receta de cocina de Ensalada de cerdo asado

Ensalada de cerdo asado

Ensalada de cerdo asado, Ingredientes

    • 2 CHULETAS MAGRAS DE PERNIL DE CERDO
    • 2 TOMATES VERDES
    • 1 TOMATE MADURO
    • 3 RABANOS ROJOS3 HUEVOS SANCOCHADOS
    • 1 CEBOLLA MORADA
    • 250 GR DE QUESO PROVOLONE
    • 4 HOJAS DE LECHUGA ROMANA VERDES
    • 5 HOJAS DE ALBAHACA FRESCA
    • RALLADURA LARGA DE NARANJA
    • 1 PIMENTON CASI MADURO
    • 1 RAMA DE ORÉGANO
    • 5 DIENTES DE AJO

    VINAGRETA

    • ½ CUCHARADITA DE SALSA SOJA
    • ½ CUCHARADITA DE MOSTAZA DIJON
    • 1 CUCHARADA DE ACEITE DE GIRASOL
    • 1 CUCHARADA DE JUGO DE NARANJA
    • ½ CUCHARADITA DE JUGO DE LIMON
    • SAL

Ensalada de cerdo asado, Preparación

Se adoban las chuletas con el orégano, la miel, la sal y los ajos majados; llevar a un grill o plancha caliente y dejar asar; cuando estén asadas y de color moreno cortar en dados; colocar en una ensaladera grande; cortar en dados igualmente los tomates, el rábano,el pimentón, la cebolla, el queso; cortar en gajos los huevos; cortar la lechuga con los dedos y agregar, la albahaca, la ralladura de naranja; preparar la vinagreta y agregar a la ensalada, unir bien

Esta receta es originaria de Tailandia, pero con algunas innovaciones como el huevo y el queso Provolone igualmente la lechuga romana y los rábanos; me la hizo llegar mi gran amigo Carlos Enrique García “Tato”, médico cirujano vascular y mejor amigo; Tato es un excelente persona, capaz de sorprendernos a cada instante con su exquisito carácter y donaire propios de un triunfador; además posee un refinado talante que engalana el ángel de médico que heredó de su padre médico también. Una de las virtudes que admiro en él es la disciplina que asumió como una extensión de su personalidad, virtud necesaria en aquellos que se han declarado enemigos de la apatía y han decidido declarar la guerra contra la mediocridad, teniendo como armás certeras para tal milicia a la excelencia; la misma que está confeccionada con los telares de la visión como aquella capacidad de ver más allá de donde ven los demás; la determinación que es la firme voluntad de ser persistente en los objetivos; y los sueños como el combustible que pone en marcha el motor para el logro. Tato es un hombre de éxito porque es proactivo y disciplinado y tuvo que romper con viejos esquemás como el de la siguiente historia que quiero dejarles hoy, original de Earl D Radmacher; de su libro “You and Your Thoughts”.

LA ORUGA SID

Sid era una fea oruga de ojos anaranjados. Se pasaba la vida arrastrándose y retorciéndose sobre el polvo de esta tierra de Dios. Un día Sid se le ocurrió una idea tremenda. Se deslizó hacia arriba por el tallo de un arbusto, escogió una rama y emitió una sustancia translucida sobre la superficie. Con el liquido formó una especie de botón, se dio vuelta y pegó la parte posterior de su cuerpo en el botón. Después se encorvó en forma de “J”, se arrolló y comenzó a construir una casa alrededor de si misma. Hubo gran actividad por un tiempo. Dentro de poco Sid se había cubierto completamente y no se podía ver. Todo se volvió muy quieto. Parecía que nada en absoluto estaba sucediendo. Pero la verdad es que había pasado mucho. La metamorfosis estaba ocurriendo.
Un día, Sid comenzó a subir las persianas de su casa. Adentro se podía ver una variedad de colores. Otro día ocurrió una erupción. La casa de Sid se estremeció con violencia. El pequeño capullo se sacudió y tembló hasta que una grande y hermosa ala sobresalió por una de las ventanas. Sid la estiró en toda su gloria. Continuó su obra hasta que otra magnifica ala emergió de otra ventana al lado opuesto de la casa.
Uno hubiera querido ayudar a Sid en esa etapa de su vida. Pero no se podía, porque cualquier intento para ayudarla a quitar su casa de encima mutilado a Sid para el resto de su vida. De manera que hubo que dejar que convulsionara y se retorciera hasta quedar libre sin ninguna intervención externa.
Con el tiempo, Sid se separó de su casa, dio algunos pasos por la rama, se estiró y desplegó sus bellas alas. No era nada semejante a la vieja oruga que fue una vez. Y sabe que? Sid no bajó del arbusto para volver a arrastrarse y deslizarse por el polvo.!No, señor¡ Despegó de una nueva clase de poder, poder de vuelo. Ahora en lugar de tragar polvo, Sid vuela de flor en flor, disfrutando del dulce néctar de la creación de Dios….

Deja un comentario

¡Ediciones Letra Grande hace literatura para todos!
Disponible para Amazon Prime