Berenjenas fritas
¿Sabías que las verduras también se pueden comer, aparte de en ensaladas o con la comida, como un plato más? Eso es lo que hoy quiero contarte, cómo hacer unas berenjenas fritas que puede servirte de segundo plato después de poner uno algo más consistente. Yo no lo recomiendo para la noche porque hablamos de fritos pero bueno, eso ya depende de cada uno.
Las berenjenas fritas uno de los inconvenientes que tiene es el hecho de que cogen mucho aceite y aunque pongas servilletas para quitarle ese aceite, lo cierto es que, aún así, se queda mucho y por eso, por las noches, puede sentar mal en el estómago.
Para evitarlo aquí te doy un pequeño truco. Primero parte las berenjenas en lonchas finas. Has de dejarlas reposar en agua con sal para que se vaya su amargor y, una vez hecho y secadas un poco, cúbrelas con harina, bien cubiertas. A continuación mójalas con agua otra vez para formar con la harina una capa más fuerte que impide que el aceite se absorba.
No es que no vaya a absorber aceite pero lo hará en menor cantidad. Después solo has de sacarlas y dejarlas escurrir en servilletas de cocina para pasar a llevarlas a la mesa.
Para este plato la rapidez es la clave porque las berenjenas fritas están mucho mejor cuando están calientes y crujientes que cuando pasa mucho tiempo.
Y como recomendación, mejor tener varios platos con servilletas e ir echando pocas berenjenas fritas que no todas en una. Las de abajo se van reblandeciendo conforme las calientes van saliendo, por eso gustan más las últimás que salen. En cambio si usas varios platos y pones poca cantidad será mucho mejor.