Zanahoria asadas

Para empezar la semana de una manera sana, proponemos un planto sencillo que conquistará cualquier paladar difícil: la única pega es que no es muy rápido y si te decides a preparar las zanahorias asadas, vas a necesitar alrededor de una hora aproximadamente. Las propiedades de esta hortaliza son casi infinitas y no tiene contraindicaciones (a menos que tu médico te prohíba taxativamente su consumo). Seguro que tu abuela te ha dicho alguna vez que la zanahoria es buena para la vista y no te estaba engañando, pues es rica en vitamina A. No me voy a enrollar con sus beneficios, pero voy a destazar que es un bronceador natural. Además, seguro que podéis aprovechar la piel para fabricar alguna mascarilla casera. Vamos al lío con la receta.

Se comienza poniendo el caldo de carne y la salsa de soja a reducir en una cazuela durante unos veinte minutos. A continuación, se pelan las zanahorias y se cortan en trozos grandes y se parten a la mitad. Si son zanahorias pequeñas, se parten directamente por la mitad. Después se colocan las zanahorias en una bandeja, se les esparce las hierbas de provenza por encima, se las baña con un chorrito de aceite, caldo de carne y, si queremos, pimienta. Luego se mete la bandeja al horno durante cuarenta minutos a ciento noventa grados.

Mientras vigilamos las zanahorias y las regamos ocasionalmente con caldo de carne, nos ocupamos de preparar el puré de patatas. Puede ser uno ya listo, pero saldrá mucho más rico si el puré es natural. Para esto se hierven las patatas y cuando están blandas, se chafan en una fuente. Se le añade un poco de leche y un poco (poquísimo) de mantequilla.

A la hora de servir, cuidamos la presentación haciendo un par de bolas de puré con la cuchara y situando unos trozos de zanahoria por encima. Se riega con la mezcla que estábamos reduciendo y … ¡que aproveche!