Pollo frito con almendras

Cuando piensas en pollo quizás la primera receta que te viene a la cabeza es la de un pollo asado, bien con guarnición o sin ella, pero es en eso en lo que piensas. Sin embargo, el pollo también se puede hacer frito, aunque sea más laborioso porque tengas que deshuesarlo y trocearlo, si bien es una receta útil cuando te queda poco tiempo para la hora de la comida y no has preparado nada.

El pollo frito no es difícil de hacer y además puedes reservar lo que te sobre para otra ocasión (siempre que lo dejes enfriar previamente). Ahora bien, el pollo normalmente se hace con aceite y ajo así que hoy le añadimos un poco de almendras.

La preparación del pollo comienza con deshuesar el pollo por completo y cortar en dados todas sus partes. Hay gustos para las personas quienes prefieren más parte del muslo, o del sobremuslo, incluso la pechuga, así que procura poner para que todos tengan sus partes favoritas. Junto a esto tenemos que poner una sartén al fuego con abundante aceite (no para cubrir el pollo pero sí para tener una base de uno o dos dedos de grosor).

En esa sartén lo mejor es saltear los dientes de ajo antes de introducir el pollo troceado. Has de hacerlo a fuego medio para que no se quede y remover cada poco tiempo. En unos 10-20 minutos tendrás el pollo hecho y es cuando le echamos la almendra. Ésta ha de estar picada (puedes usar una picadora) para que sea más como polvo lo que le eches lo que, unido al aceite, le dará un sabor almendrado al mismo.

A la hora de emplatar es mejor echarlo todo en una fuente y servir en la propia mesa para que así cada uno coja lo que quiera. Si te recomiendo sacar un poco del aceite donde se ha hecho para una salsera.