Té frío: refréscate y cárgate de antioxidantes naturales.

Últimamente está haciendo unos días muy calurosos y veo que en mi casa todo el mundo acude a la nevera buscando algo para refrescarse. Los zumos y otras bebidas edulcoradas no tienen mucho éxito porque refrescan, pero al rato vuelves a tener sed. El agua es la mejor bebida, eso lo sabe todo el mundo, pero, ¿y si al agua le incorporamos sabores que aporten vitaminas y no contengan azúcares? Pues sí, es el momento de preparar un refrescante té helado.

El té es una infusión de hojas que proceden de la planta del té, ligeramente amarga, pero llena de propiedades. Existen numerosas variedades de té, todas ellas con características singulares:

El té negro: es una variedad de la planta  Camellia sinenses. Es el más clásico y consumido de los tés. Contiene propiedades antioxidantes; es bueno para el riego sanguíneo cerebral, por lo que cuida nuestra memoria, agiliza el proceso de aprendizaje y mejora la migraña. Combate los problemas cardiovasculares; ayuda a prevenir el Parkinson y algunos tipos de cáncer, sobre todo de estómago y colon, frena la diarrea y, además, es diurético.

Conviene tener en cuenta que dificulta la absorción del hierro y que, al ser altamente diurético, un consumo excesivo puede desmineralizarnos. Además, tiene alto contenido en teína.

El té verde: es el más popular en temas de salud. Sus propiedades antioxidantes son muy elevadas, con alto contenido en vitamina C, vitamina E, luteína y zeaxantina. Entre sus propiedades más conocidas están el de evitar trastornos cardiovasculares; prevenir el glaucoma; mejorar los problemas vesiculares; evitar y combatir la obesidad; prevenir el Parkinson y las enfermedades de las encías. Por si fuera poco, también ayuda a fortalecer nuestros huesos.

El té rojo: Es antioxidante; ayuda a perder peso y quemar grasas, ya que acelera el metabolismo del hígado; reduce el colesterol y mejora notablemente las digestiones, pues altamente digestivo. Se aconseja consumirlo con cuidado en caso de hipertensión y no mezclar con leche, porque pierde sus propiedades.

El té blanco: es una de las variedades más beneficiosas. Se recolecta cuando comienzan a salir los primeros brotes de la planta del té, cuando sus propiedades están más concentradas. Es más suave y también más caro,  pero posiblemente sea uno de los más potentes antioxidantes que nos ofrece la naturaleza. Por su alto contenido en polifenoles, los expertos dicen que multiplica por 10 los efectos dl té verde, y además protege y estimula nuestras defensas.

Té Rooibos: no proviene de la misma planta, sino de un arbusto sudafricano, pero su sabor es parecido al del té, con la diferencia de que no contienen teína. Es antioxidante, ayuda a reducir las grasas y a mantener sanas las encías, facilita las digestiones y es remineralizante.

Té frío: refréscate y cárgate de antioxidantes naturales.

Té frío: refréscate y cárgate de antioxidantes naturales., Ingredientes

    • 3 cucharaditas de té de la variedad elegida
    • 500 ml agua

Té frío: refréscate y cárgate de antioxidantes naturales., Preparación

Para prepararlo solo tienes que poner un cazo con agua a hervir y añadir 2 o 3 cucharaditas de té. También se pueden usar bolsitas de infusión ya preparadas. Dejar reposar 5 o 10 minutos, colar y verter en una botella.

Después solo hay que dejarlo enfriar en la nevera. Eso sí, hay que consumirlo en el día.

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