Los primeros calabacines
Precisamente ahora comienza la temporada de esta hortaliza y vale la pena disfrutar de los primeros ejemplares. Aunque a muchas personas les puede resultar un alimento soso, aderezado con un buen aliño o formando parte de sopas y cremás puede llegar a sorprender a más de uno. La mayoría de sus nutrientes (betacaroteno y vitamina C) se encuentran en su piel, por lo que es conveniente no quitarla cuando lo preparemos.
Destaca por sus propiedades depurativas, diuréticas y laxantes, motivo por el cual forma parte de la mayoría de dietas de adelgazamiento. Entre sus virtudes terapéuticas se recomienda en caso de trastornos tan diversos como artritis, gota o cistitis.
Las flores del calabacín, de un bello color amarillo, se pueden comer crudas en ensaladas, cocidas al vapor, fritas o rebozadas. Son fáciles de encontrar en el mercado, pero es importante consumirlas el mismo día que se compran, porque se estropean fácilmente.