Dile si a las grasas buenas
Destierra la vieja creencia de que sólo eliminando las grasas de tu dieta podías adelgazar; al contrario, las necesitas para que tu organismo funcione correctamente. Pero no todas son iguales…
El alto valor calórico de la grasa (9 calorías por gramo) es el doble que el de las proteínas y los hidratos de carbono, y por ello la mayoría de las dietas las limitan y hasta eliminan la grasa del menú diario. Esto es correcto cuando hablamos de grasas saturadas, es decir, aquéllas de origen animal o vegetal presentes en la comida basura, los embutidos y los dulces. Sin embargo, cuando se trata de grasas buenas, no sólo no debes eliminarlas de la dieta, sino que es obligatorio que incluyas una ración moderada cada día.
Se conocen como grasas buenas las monoinsaturadas y las poliinsaturadas. Las primeras son ricas en ácido oleico que ayuda a combatir el colesterol malo (LDL), protegiéndote de las enfermedades cardiovasculares. Las segundas contienen ácidos grasos esenciales, los ya famosos omega-3 (linolénico) y omega-6 (linoleico), cuyos beneficios para la salud son muchos según demuestran los más recientes estudios sobre nutrición.