Calçots

Es caracterí­stico en Cataluña (España) desplazarse algunos domingos al mediodí­a, algún lugar donde poder degustar unos buenos Calçots en compañí­a de toda la familia. Pero si decides reunir a familiares o amigos en tu casa y quieres sorprenderles con una buena Calíçotada, esperamos ayudar con su elaboración.

Para que los calçots estén tiernos por dentro, los pondremos asar en unas parrillas con un fuego intenso con llama, aproximadamente 10 minutos.

Mientras se asan los calçots, preparamos la salsa o mejor y aconsejable tenerla del dí­a anterior para que le de un mayor sabor, ya que la salsa es la esencia para unos buenos calcots.

Empezaremos majando en un mortero los dientes de ajos, con las hojas de menta y un poco de sal, seguidamente se añaden las almendras picadas y las galletas, todo ello se machaca para hacer una pasta intensa.

Agregar  las ñoras ya peladas, con una cucharilla se descarna de la piel – previamente mojadas para que se descarne mejor – proseguir machacando para que se mezclen bien los sabores y  le agregamos el aceite de oliva y removemos para que la salsa quede ligera. Incorporamos la sal y la pimienta.

Para que podamos degustar los calçots, el método para comerlos correctamente es el siguiente: se desprenden de la parte del nudo de la cebolleta y tiramos de ella suavemente hasta que la piel quemada, que queda arriba, se desprenda. Una vez «desnuda», mojaremos en la salsa que depositaremos en un recipiente.

Es carectarí­stico que los comensales se pongan un babero -no es ninguna broma si no queremos tener plasmado un Miró en la camisa –

Este plato de tradición catalana, se suele acompañar seguidamente de carne a la brasa y butifarra.

Imagen: Natus