La sal en la alimentación

La sal en la alimentaciónLa sal es un componente de gran importancia en nuestros hábitos alimentarios y está presente casi en la totalidad de las comidas, aunque hay que tener presente que un exceso puede representar un riesgo para nuestra salud, tal y como lo avalan la Sociedad Española de Cardiología y la Sociedad Española de Hipertensión.

Cómo podemos reducír la sal:

Una dieta hiposódica (baja en sal) no sólo se consigue reduciendo o suprimiendo la sal común, sino que se deben conocer y renunciar a algunos alimentos por su alto contenido en sodio. El paladar tiene incorporado el sabor de la sal desde la infancia, por lo que reciclar el paladar a nuevos sabores debe hacerse paulatinamente, incorporando al mismo tiempo otros aderezos que mejorarán el sabor, como por ejemplo diferentes hierbas aromáticas. Además, podemos aplicar a cada alimento la más apropiada aunque por supuesto interviene el propio gusto personal.

Algunas ideas para sustituir la sal…

  • Pescados o sopas de pescado: laurel, nuez moscada, basilisco, limón, perejil.
  • Carnes y aves: finas hierbas, romero, hierbas provenzales, ajo, cebolla, naranja.
  • Pastas italianas: orégano, albahaca, eneldo, tomate.
  • Para otros aliños: vinagreta con limón, pimienta blanca y otros condimentos canela, hierba buena etc.

Algunos consejos..

  • No se debe utilizar la sal ni durante la cocción de los alimentos ni después.
  • Evitar poner el salero en la mesa para evitar, aunque sea inconscientemente, su uso.
  • Aunque existen sustitutos de la sal, siempre hay que consultar al médico o al equipo que nos trata la conveniencia de utilizarlos.
  • No se recomiendan: sal de apio o de ajo, salsas preparadas industrialmente ni cubitos de consomé.

Aquí te mostramos distintos tipos de sal.

Compartir este artículo

Deja un comentario

¡Ediciones Letra Grande hace literatura para todos!
Disponible para Amazon Prime