Diferentes tipos de té (III)

Te continuamos detallando acerca de los diferentes tipos de té:

Gracias a su alto contenido en fluor, el té blanco nos protege contra las caries dentales. Además tiene la mitad de cafeína que el té verde, por lo que está especialmente recomendado para la gente más nerviosa o que no necesitan ese efecto excitante.

Su bajo contenido en calorías lo convierte en el complemento ideal en las dietas antiobesidad, más aún si tenemos en cuenta sus propiedades diuréticas y que favorece la eliminación de grasas. También combate la fatiga física y mental, por lo que nos ayuda a aumentar la capacidad de concentración y la memoria.

Por otro lado, el té blanco es un buen aliado contra enfermedades cardiovasculares ya que baja los niveles del colesterol LDL (el «malo») y de triglicéridos.

Roiboos, ideal para no perder el sueño

El rooibos es una planta que sólo crece en Sudáfrica, en una zona muy determinada del Cabo Oeste, en las montañas Cedarberg. Su forma recuerda a las agujas de pino y su sabor en infusión, tras la fermentación, es dulce de modo natural, gracias a su fructosa, sin necesidad de azúcar ni edulcorantes: por ello, además de ser una bebida muy baja en calorías, no produce caries. La planta tiene propiedades digestivas, que alivian molestias de estómago, las náuseas y el estreñimiento.

El rooibos también es bueno como relajante, ya que no contiene teína y produce serotonina, que da sensación de saciedad, bienestar y placidez, ayudando a conciliar el sueño. En infusión también es buena contra ciertos tipos de dolores de cabeza. Gracias a los minerales que contiene (calcio, magnesio, zinc, manganesio, potasio, cobre y flúor), tomar infusiones de rooibos ayuda a fortalecer los dientes y los huesos. Además, contiene flavonoides que ayudan a reducir el contenido de azúcar de la sangre a la vez que mejora la elasticidad de los capilares sanguíneos.

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